Hemos pasado muy buenos momentos juntos durante estos últimos años. Sí, es cierto que has tenido tus altibajos, pero al final siempre he vuelto a ti.
He sufrido contigo en cada episodio, he sentido la tensión cuando han estado cerca de desenmascararte, e incluso el placer de matar a quien lo merece, siguiendo tu siniestro ritual. Y me he decepcionado cuando a tus guionistas se les ha atravesado el argumento de alguna que otra temporada.
Ahora que sabemos que pronto desaparecerás de nuestras vidas, sólo me queda despedirme, como pronto haré también con Breaking Bad y lamentar que series tan inmensas se terminen.
Siempre nos quedarán los zombis...
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