Vuelven los vampiros

Después de ponerme un pelín intenso en la anterior entrada, hoy toca sacar el lado más frívolo: ¡ya ha comenzado la sexta temporada de True Blood! Sookie, Jason, Bill, Eric, Lafayette y compañía vuelven a hacer de las suyas en ese pueblo en el que nunca querrías vivir. Y es que según la serie ha ido avanzando, en Bon Temps ha ido quedando cada vez menos gente normal. Quien no es bruja es vampiro, y quien no licántropo o hada. Lo cierto es que la serie es más bien tirando a mala, pero a mí personalmente me engancha y me entretiene.

True Blood -o Sangre Fresca, como la llaman por estos lares- tiene un gran activo en sus personajes, a los que inevitablemente se acaba cogiendo cierto cariño. Igual que el guión ha ido de mal en peor temporada a temporada, personajes como Lafayette (clásico gay secundario que acertaron a mantener en la serie, mientras que en los libros al parecer muere bastante pronto), Tara (malota resentida que en cada temporada sorprende con algo: ahora desaparezco, ahora me hago lesbiana, ahora me convierten en vampiro…) o Arlene (camarera y maruja que está como una cabra y que debe de ser de las pocas humanas de la serie; por cierto que la actriz que la interpreta hace un papel de lo más divertido en The Good Wife) se han hecho imprescindibles. Aunque otros como Sam empiezan a resultarme un poco cansinos… veremos qué ocurre en esta temporada. De momento os dejo con lo mejor de la serie, que es la canción de Jace Everett: